miércoles, 20 de diciembre de 2017

UNA TESIS, UNA SOLA BOLIVIA


UN PASO HACIA ADELANTE
UNA TESIS, UNA SOLA BOLIVIA

(11 postulados, para 11 millones de bolivianos)

Cuando se cumplen cuatro años de la creación del Movimiento Demócrata Social, los DEMÓCRATAS proponemos al país nuestra tesis política de reflexión para afrontar el cambio que Bolivia necesita y demanda. Esta tesis contiene 11 postulados que quieren ser una respuesta a los problemas y a las demandas de Bolivia, y constituyen la guía que orienta nuestra visión de país.

Con esta tesis, los DEMÓCRATAS reafirmamos nuestro compromiso en la lucha contra la pobreza extrema y queremos ofrecer al país participar de una reflexión y de un debate de ideas, más allá del simple relevo de personas o líderes que caracterizó otras épocas. Se trata de construir entre todos el país que queremos para nosotros y para nuestros hijos. Se trata de dar un paso adelante para hacer realidad las esperanzas de cambio de nuestro pueblo.

A lo largo de estos cuatro años los DEMÓCRATAS hemos hecho un enorme esfuerzo para construir una estructura al servicio de Bolivia. Hoy, con presencia orgánica en casi 200 municipios, estamos en condiciones de dar un paso adelante para ofrecer al país un conjunto de ideas y propuestas desde las cuales se abandere el cambio necesario.
En los 11 postulados siguientes, presentamos 11 ideas para un debate nuevo, que no quiere mirar atrás, que aspira a construir desde lo que hay y que por eso, reclama la capacidad transformadora de los jóvenes para afrontar desde el presente los retos del futuro.

11 postulados para el reencuentro y para la concordia, para afrontar con una mirada común la oportunidad definitiva de unir oriente y occidente, para sentirnos todos los bolivianos libres e iguales ante un destino voluntariamente compartido.

11 postulados para el cambio que Bolivia necesita.
1.    Reafirmar el carácter nacional y republicano de Bolivia para comprenderla como “una nación plural de pueblos y naciones con forma de república”.
2.    Implantar un Modelo Social de Desarrollo.
3.    Transformar el modelo productivo extractivista en un modelo sostenible.
4.    Posicionar geopolíticamente al país.
5.    Garantizar los derechos de los ciudadanos.
6.    Implementar los grandes sistemas de servicios públicos de calidad.
7.    La buena gobernanza como instrumento contra la corrupción.
8.    Vertebrar el territorio y la conectividad integral de Bolivia.
9.    Federalizar el modelo autonómico.
10. Garantizar políticas públicas orientadas al ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres.
11. Dar a los jóvenes la oportunidad y la responsabilidad del presente y del futuro del país.

1. Reafirmar el carácter nacional y republicano de Bolivia para comprenderla como “una nación plural de pueblos y naciones con forma de república”.

Bolivia somos todos los bolivianos que compartimos una identidad nacional común, que nos une y nos muestra como una nación. Somos una nación de pueblos y naciones, que prioriza lo que nos une sobre lo que nos diferencia. Ser boliviano significa formar parte de esta realidad nacional plural y diversa que es Bolivia.

Somos además una república, nos hemos construido en los valores republicanos, en los que no tienen cabida ni el cesarismo ni la alteración de la ley en beneficio de unos pocos. Los DEMÓCRATAS reclamamos la reincorporación de los valores republicanos como eje normativo de nuestra nación.

Hablar de Bolivia como una nación de pueblos y naciones con forma de república significa privilegiar el sentimiento de bolivianidad sin renunciar a la riqueza de nuestras diferencias identitarias, étnicas y culturales. Una riqueza que nace de nuestros pueblos originarios, pero también de los diversos mestizajes que han dado origen al pueblo boliviano.

2.   Implantar un Modelo Social de Desarrollo.

Cuando hablamos de un Modelo Social de Desarrollo, lo hacemos por referencia a la responsabilidad institucional del Estado de poner las condiciones para que todos los bolivianos y bolivianas, de todos los sectores sociales, se puedan incorporar al desarrollo, prestando especial atención a aquéllos que tienen mayores dificultades de acceso.

Sólo a través de la inversión pública se pueden generar las condiciones que favorezcan la creación de pequeños y medianos formatos de emprendimiento, socialmente orientados para sacar de la pobreza y el aislamiento a sectores que lo necesitan y para asegurar sus condiciones de prosperidad. Las políticas públicas deben producir justicia social construyendo sociedades mayoritariamente de clases medias generando las condiciones necesarias para la movilidad social.

Este modelo está orientado a la creación de emprendimientos de los cuales deben nacer pequeñas y medianas empresas para convertirse en el principal aporte al desarrollo del país.

3. Transformar el modelo productivo extractivista en un modelo sostenible.

Bolivia es un país fundamentalmente extractivista. La mayor bonanza económica de la historia de Bolivia no ha sido aprovechada para transformar nuestro modelo productivo.
Bolivia necesita orientarse a la construcción de un modelo sostenible basado en la producción de conocimiento y en la sostenibilidad medioambiental. Es más, como principio rector de nuestra vocación productora es imprescindible que ambos elementos funcionen de manera coordinada.

En la era de la sociedad del conocimiento, basada en las tecnologías de la información y la comunicación, nuestra vocación productora tiene que reorientarse necesariamente en tres sentidos: 1. La seguridad alimentaria y energética nacional; 2. La demanda internacional; y 3. La generación de valor de nuestras materias primas.

Del mismo modo, Bolivia precisa urgentemente nuevos modelos de gestión del medioambiente que preserven nuestras zonas protegidas, que impidan efectivamente la progresiva deforestación y que regulen y limiten la explotación intensa de nuestras tierras en un siglo en que los efectos del cambio climático pueden suponer notables alteraciones de nuestros entornos si no adoptamos las medidas oportunas. Ello requiere que nuestras universidades, nuestros centros de investigación y nuestras empresas se conviertan en verdaderos agentes de estas transformaciones, a través de la participación en proyectos y programas internacionales.

Bolivia necesita un nuevo modelo productivo que regule nuestra producción, que industrialice y genere valor agregado a nuestros productos, que potencie la investigación y la generación de conocimiento para ponerlas al servicio de los productores, de los empresarios y de los trabajadores. Ese nuevo modelo productivo debe ir acompañado de un nuevo modelo de fiscalidad, basado en el incentivo de la formalización de la economía, para que el Estado pueda afrontar colectiva y solidariamente los retos del futuro.

4.   Posicionar geopolíticamente al país.

Bolivia tiene que asumir, definitivamente el rol protagónico que debe jugar en Latinoamérica, más acorde con su posición geopolítica que con las alianzas ideológicas que actualmente tiene.

Debemos de hacer valer nuestra posición central en la región para construir desde ella un enclave privilegiado en el tránsito entre el pacífico y el atlántico. El Siglo XXI es el siglo de Sudamérica, el siglo del valor de las fronteras, y Bolivia es un país de fronteras. Tenemos que prepararnos para que nuestras fronteras sean sinónimo de conectividad internacional, conectividad de personas, conectividad de mercancías e integración latinoamericana.

Nuestras fronteras son nuestra riqueza y lejos de encerrarnos, como ocurre actualmente, deben servir para conectarnos con el mundo. Si cambiamos el valor de las fronteras nuestra posición de acceso al pacífico y al atlántico cambia radicalmente. Para ello, Bolivia necesita recuperar el pulso democrático tanto en la esfera internacional como en la nacional. Posicionar geopolíticamente a Bolivia supone reincorporarla a la esfera de las naciones democráticas, reconstruyendo los vínculos perdidos con los países más democráticos de Latinoamérica y del mundo, y al mismo tiempo, redefinir nuestra posición en los organismos internacionales para fortalecerlos y fortalecernos a través de ellos.

5.   Garantizar los derechos de los ciudadanos.

Bolivia necesita un régimen realmente democrático que preserve los derechos de los ciudadanos, desde la primera generación de derechos hasta la última, desde los derechos humanos y políticos básicos, hasta los de las generaciones futuras. Posicionarnos internacionalmente en la esfera de los países más democratizados supone garantizar los derechos de los ciudadanos, y para ello es imprescindible contar con un modelo de separación de poderes que genere las garantías de esos derechos.

Desde su artículo 13 hasta su artículo 60 la Constitución Política del Estado propone derechos que los gobiernos se han olvidado de garantizar. Los DEMÓCRATAS nos comprometemos a promulgar las leyes que regulen la aplicación de dichos derechos y un modelo judicial que garantice su ejercicio.

Para que la justicia se convierta en la garantía de los derechos ciudadanos tiene que ser independiente, ágil, eficaz y competente. En resumen, una justicia de calidad que cuente con el aval y la confianza de los ciudadanos. Todo ello requiere un proceso de selección judicial transparente y al margen de los otros poderes del Estado.

6.   Implementar los grandes sistemas de servicios públicos de calidad.

Es urgente la transformación de los grandes sistemas de servicios públicos del país. De nada sirve que la Constitución garantice el derecho a la salud si después le dedicamos a la salud el menor presupuesto de los países de la región.

Bolivia, en su lucha contra la pobreza extrema, necesita un plan para hacer llegar a todos los ciudadanos del país los servicios básicos (energía, agua y caminos) para el desarrollo humano e implementar la reforma de los sistemas de salud, educación, vivienda, pensiones y seguridad social para que se conviertan en los cinco pilares del bienestar de los ciudadanos.

Diseñaremos un plan para el desarrollo de cada uno de estos sistemas en los que participen todos los niveles de la administración del Estado.

Las ciudades bolivianas deben estar a la altura para afrontar los retos del urbanismo, los procesos de conurbación, metropolización y modernidad, brindando servicios de calidad a sus habitantes.

Se debe generar un equilibrio entre el desarrollo de las áreas urbanas de las ciudades capitales, ciudades intermedias y el desarrollo rural, para mejorar las condiciones de vida de los bolivianos.

7.   La buena gobernanza como instrumento contra la corrupción.

Bolivia necesita un buen gobierno, necesita otro gobierno. Tenemos que situarnos entre los países con buenas prácticas de gobierno, es decir, entre los países que practican la buena gobernanza. Eso pasa por incorporar modelos que garanticen la transparencia, la rendición de cuentas y la corresponsabilidad efectiva entre los diversos niveles del Estado, incluyendo el cogobierno y el gobierno compartido.

La corrupción asola Bolivia, y la mejor lucha contra la corrupción es la buena gobernanza que promueve la transparencia y la rendición de cuentas. Pero para que esto sea efectivo se necesita también una administración de justicia independiente.

Necesitamos una nueva Ley de transparencia que impida las contrataciones sin control efectivo, y un cuerpo judicial contra la corrupción, independiente de cualquier otro poder del Estado.

8.   Vertebrar el territorio y la conectividad integral de Bolivia.

Es urgente abordar la construcción definitiva de las grandes infraestructuras del país: las carreteras, el tren, la reformulación de los aeropuertos y las grandes represas. Pero también es imprescindible que esa construcción vertebre el país y le genere a Bolivia un sistema de conectividad integral.

Las brechas geográficas de nuestro territorio han servido durante decenios para exaltar las diferencias entre los bolivianos. Vertebrar Bolivia no es sólo una forma de salvar estas brechas geográficas, es sobre todo, un nuevo modo de reforzar la construcción colectiva de la bolivianidad.

Esta vertebración, a la vez que genera nuevos modelos de movilidad y conectividad, incentiva las sinergias entre nuestras regiones, promueve la fijación de poblaciones y comunidades en el territorio, y pone en valor el potencial de espacios, incluso en regiones tradicionalmente olvidadas.

Esta vertebración debe estar orientada a preparar el país para el salto tecnológico del Siglo XXI, marcado por la conectividad de la red, pero también por las redes interconectadas, por los grandes sistemas de comunicaciones y la definición de los modelos multicanal que requerirán de la instalación de banda ancha que abarque prácticamente la totalidad del territorio nacional.

9.   Federalizar el modelo autonómico.

Federalizar la autonomía significa incorporar los principios y valores del federalismo a nuestro modelo autonómico y, en este sentido, invertir el proceso de construcción del modelo, es decir, mientras hasta ahora ha sido el gobierno central el que ha tenido el control del desarrollo autonómico, impidiendo en buena parte los efectos de la descentralización, los DEMÓCRATAS proponemos un modelo competencial referenciado en los gobiernos departamentales que, a través del Consejo Nacional de Autonomías, serán los encargados de decidir el destino de dichas competencias.

Federalizar la autonomía supone incorporar criterios federales a nuestra construcción autonómica, como la subsidiariedad y la responsabilidad competencial, pero al mismo tiempo conservar elementos de solidaridad interterritorial tan necesarios en una sociedad con territorios especialmente empobrecidos como es la boliviana.

El Pacto Fiscal constituye el instrumento que garantiza la efectiva ejecución de estas competencias por parte de los gobiernos de segundo nivel, y sólo a través de este gran acuerdo nacional que hemos promovido en el país, sin que el gobierno haya comprendido su valor y su significado, podremos abordar el desarrollo de los servicios que demandan los ciudadanos del Siglo XXI.

Si queremos abordar la transformación de los grandes servicios de proximidad, Bolivia necesita reforzar las capacidades de los gobiernos de segundo nivel y eso sólo es posible mediante la federalización adaptativa y solidaria de las autonomías y la implementación del Pacto Fiscal.

10. Garantizar políticas públicas orientadas al ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres.

Las mujeres son las grandes olvidadas de la política en Bolivia. Frente a los avances producidos en las políticas públicas de los países desarrollados, tanto en incorporación de la mujer a la sociedad como en defensa de las mujeres, Bolivia no ha tenido verdaderas políticas públicas orientadas a la mujer.

Garantizar la autonomía personal de las mujeres significa orientar los servicios públicos a generar y promover el ejercicio efectivo de sus derechos.

Nos proponemos incorporar programas económicos específicos de inclusión, apoyo, protección ante el maltrato y persecución de los maltratadores hasta situar a Bolivia entre los países con mejores políticas de género. Esto requiere convencer a todos los ciudadanos de que los grandes problemas de género son problemas de todos los bolivianos. Que el maltrato a la mujer no forma parte de la esfera privada sino que es un problema de la sociedad, y sólo es posible erradicarlo con la implicación de todos.

Los DEMÓCRATAS propondremos un plan para la autonomía personal de las mujeres que diseñará los principales objetivos en esta materia.

11. Dar a los jóvenes la oportunidad y la responsabilidad del presente y del futuro del país.

Bolivia tiene ansias de cambio, pero no para volver atrás sino para incorporarse desde el presente al futuro. Es una nueva Bolivia, que está naciendo en todos los rincones de la patria. Una Bolivia plural, inclusiva, integradora, abierta al mundo; una Bolivia que no quiere ni busca la confrontación, que no cree ni en líderes mesiánicos ni en ideologías trasnochadas. Es la Bolivia de los jóvenes, de los llamados “millennials”, de los que viven al mismo tiempo en nuestros pueblos y en Nueva York, Madrid o Buenos Aires. Esos jóvenes deben tener la oportunidad y la responsabilidad de dar un paso adelante para construir el presente y el futuro que les corresponde.

Es el tiempo de los jóvenes, de que los jóvenes dejen de soñar y se conviertan en la fuerza transformadora de nuestra patria para el bien de todos.



Una Tesis, una sola Bolivia fue presentada en la ciudad de La Paz el 15 de diciembre de 2017 en ocasión de celebrar el cuarto aniversario de fundación del Movimiento Demócrata Social DEMÓCRATAS.  


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